LU
MARTÍNEZ

(n. 1987, Lanús, Buenos Aires, Argentina)

Escritora, periodista cultural, guionista y artista interdisciplinaria. Investiga los cruces de la literatura con el cine, las artes visuales, la cerámica y el material de archivo. Su obra se centra en la interseccionalidad del activismo transfeminista y ambiental, el foco de su trabajo está en el estudio de la naturaleza, los vínculos interespecie, la posmemoria, la espiritualidad y las políticas de derechos humanos.

Estudió Letras de la UBA, es egresada como Guionista Cinematográfica por ENERC y cursó la Maestría de Periodismo Documental en UNTREF.

Publicó los libros Prodigios (ediciones encendidas), Deseos de amor a Iemanjá (La imaginaci´n), Mis mejores amigas (Patronus)y Pranayama en @lei_bailemos_ediciones, entre otros.

Fue residente en @archivosyactivaciones y del programa Creación Colectiva, de la residencia internacional de arte @canserrat. Allí desarrolló un proyecto de escultura colectiva con técnicas de arcilla tradicionales y terminó su primera novela y la adaptación a guión de Los diarios de la Mala Suerte, que ya recibió el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, el Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y la Ciencia y la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería Argentina.

Actualmente, es parte del equipo de curadorxs de AFTERpoema y trabaja en su nueva serie de cerámica Chakras.

Lu martínez

Redes: @soy.lumartinez

Título de la serie: Fósiles del futuro

Fósiles del futuro, la serie cerámica de Martínez, imagina un universo distópico en el que nuestras especies desaparecieron bajo una gran catástrofe ambiental. A través de la IA diseña los esqueletos de nuevas criaturas y los reproduce en esculturas que se proponen como señales para una arqueología venidera. Piezas primitivas en clave de ciencia ficción.

Obras:

- vertebrae
- potamotrygon
- crassipes
- piscis testa
- pistris testa
- cochlea

Fósiles del futuro

-¿Qué es el Natural? –preguntaron.

 

Y contestó.

A lo lejos

algo tiembla,

alguien a lo lejos

hace llama.

 


 

Pasos

apuran la espesura

abren el aire

con el crack

crack de ramitas.

Fue una meditación en los pétalos

tenues del palo santo

rojo, anaranjado, amarillo de nuevo. 

 

Todo pasa a gris.

 

Abanico en lirio blanco:

desaparece

-un fantasma-

las cenizas

se despliegan

en la bruma.

El vapor ahora

desvanece

el estero, humo.

 

Hubo perfección

en lo incompleto:

había gratitud,

había silencio.

 

Hay fuego.

Hay fuego.

¿Qué es El Natural?

preguntaron los hijos.

 

Y contestó:

El Natural

es lo que se enciende

y da la luz menor

que rompe en el cielo.

 

¿Y la luz grande?

preguntaron, de nuevo.

 

No.

¿Qué es el calor…

 

…qué potencia

tuvo que ser

humo espeso, ardor, fuego

para tanta hoja,

tanto árbol

tanto nido,

tanto río?

¿Qué quedó de El Natural?

Poco.

Después del incendio

llegaron las grandes aguas.

Año tras año

tras año

pasa

la oscuridad

cerrada se derrama

en el ojo nuestro,

truena

el foco nuevo

se ahoga

de milagro

en la tormenta.

¿Qué es El Natural?

preguntaron.

 

Y contestó:

El Natural

ahora

es la intemperie.

Del río seco nadie habla

salvo el viento,

a veces un cráneo

asoma,

abren las fauces

en su blancura

dan la señal

alerta.